Vita nouva

A ciascun'alma presa e gentil core
nel cui cospetto ven lo dir presente
in ciò che mi rescrivan suo parvente
saluto in lor segnor, cioè Amore.

Già eran quasi che atterzate l'ore
del tempo che onne stella n'e lucente,
quando m'apparve Amor subitamente,
cui essenza membrar mi dà orrore.

Allegro mi sembrava Amor tenendo
meo core in mano, e ne le braccia avea
madona involta in un drapo dormendo.

Poi la svegliava, e d'esto core ardendo
lei paventosa umilmente pascea:
appresso gir lo ne vedea piagendo.

Dante envío este soneto "a toda alma cautiva y de noble corazón", es decir, a los poetas del dolce stilo novo. Contemporáneos suyos. Y de todos los que respondieron, Dante conoció a Guido Cavalcanti, el mejor de aquellos poetas que a la postre fue el primero de sus amigos y de sus rivales.
Con este soneto, en donde describe su primera visión de Amor, iniciará Dante la narración de su Vida nueva, en donde expone su concepto del amor. Hace mucho tiempo pensaban que el amor, el enamoramiento, era una enfermedad. Una fuerza negativa y autodestructiva que podía terminar con nuestras potencias más bellas. Luego vino Dante y nos enseñó que aquello no debía ser así. Dante se enamoró de su Beatriz cuando tenía nueve años. Murió con cincuenta y siete años. Pasó cuarenta y ocho años enamorado de una mujer a la que nunca tocó. Y creo que su filosofía vital fue usar la fuerza que le proporcionaba ese amor para hacerse mejor. En realidad se casó, tuvo varios hijos, escribió una de las obras más importante de la literatura universal, anduvo metido en líos de política, luchó en al menos una guerra, fue desterrado de su Florencia natal, viajó por toda Europa… En fin, llevó una vida plena y completa. Y nunca tocó a Beatriz. Se conocían y se saludaban pero si nos creemos lo que dice, no pasaron de allí sus contactos.
¿Es posible vivir enamorado y usar la fuerza de ese sentimiento para hacerte mejor?
Dante creyó que sí, mas no por un motivo egoísta. Y antes de que se conociera de él, antes de incluirlo en su libro La Vida Nueva, a manera de presentación, antes de su revolución del concepto del amor, envío a todos los poetas el soneto anteriormente escrito, y abajo traducido.

A toda alma cautiva y noble corazón,
ante cuya presencia llegan estas palabras,
para que sobre esto su parecer escriban,
salud en nombre de Amor, su dueño.

Casi terciadas estaban ya las horas
del tiempo en que ilumina toda estrella,
cuando de pronto me apareció Amor,
cuyo aspecto me horroriza recordar.

Amor me parecía alegre, y tenía en su mano
mi corazón, y en sus brazos llevaba
a mi dama, que dormía cubierta con un paño.

Después la despertó, y el corazón ardiente
ella con humildad comía temerosa:
luego yo lo vi marchar llorando.

2 comentarios:

Rictus Morte dijo...

Y esto, ¿pensando en Dante o en alguna experiencia personal que no puedes tocar...?

DULCINEA dijo...

Muy bello, a mi me gustaría ser como Dante, y poder llevar una vida plena y completa estando enamorada de otra persona...pero no creo que eso sea posible....yo creo que Dante no pudo ser muy feliz...pero aún así me ha encantando lo que has escrito.